Gatos y árboles de navidad

Muchos dueños de gatos han renunciado a colocar el árbol de Navidad porque otros años sus mascotas no les han dado más que problemas con ellos, pero hoy veremos cómo se puede mejorar la relación de nuestros gatos con nuestros árboles de Navidad.
Lo único que tenemos que hacer para conseguirlo es tomar unas ciertas precauciones.
La primera de las precauciones a tomar en Navidad es la más importante, y se trata de asegurar la estabilidad del árbol a prueba de terremotos. Por mucho que nuestro gato esté acostumbrado al árbol o nosotros le acostumbremos a su presencia, puede que haya algún adorno que llame su curiosidad. Refuerza su base para conseguirlo. Lo mejor es que coloques el árbol en un pie lleno de arena, de tierra o de objetos pesados que impidan su vuelque. Los pies simples pueden no ser suficientes si a nuestra mascota le da por “atacar” al árbol.

Igualmente debemos tener cuidado con las decoraciones peligrosas para nuestras mascotas.  Lo ideal es renunciar a determinadas decoraciones que pueden darnos disgustos más que beneficios. Hablamos de detalles como la nieve falsa o las guirnaldas muy finas. Con ambos corremos el riesgo de que nuestra mascota se las quiera comer. Poner adornos que no se rompan con facilidad: a los gatos les gusta jugar y tocar todo, por eso es mejor no poner ornamentos especialmente frágiles.
Esconder los cables de las luces y, si no se está en casa, desconectarlas
Siguiendo con los adornos, coloca los más destacados en la parte superior del árbol. Esos adornos a los que tienes un cariño especial y que no quieres que se rompan es bueno que los coloques fuera de su alcance. Si sabes de algún elemento que llama demasiado su atención y no quieres que juegue con él lo ideal es que no lo coloques. O si lo haces, colócalo en altura en una zona completamente inaccesible para él.
Para que el árbol no sea una atracción irrefrenable para tu mascota, recrea la esencia del árbol en el lugar donde el animal suela jugar. Coloca algunas decoraciones del árbol, guirnaldas, etc. En definitiva, convierte el árbol en un elemento natural para él con estos elementos puestos a su disposición y así no querrá lanzarse a por ellos.
Rociar todo con un repelente natural de cítricos: así se evita que se acerquen: Una buena idea es poner en un spray hecho de citronela en aceite con un poco de agua y esparcirlo por el árbol/adorno. Otra opción es poner cáscaras de naranja.